La gastronomía venezolana se caracteriza por ser una mezcla de culturas que convergen en la cocina como un símbolo de costumbres internacionales. Estas encuentran un espacio en nuestro país con adaptaciones que la hacen diferenciarse con un estilo autóctono. Ese mundo de sabores y olores se forma a partir de nuestros ancestros aborígenes, europeos y africanos quienes influyen en las técnicas culinarias, las cuales a su vez se diferencian en las distintas regiones del nuestra nación.
Oriente, Guayana y Caribe: su ubicación geográfica les permite estar bendecidas con los alimentos del mar. Los pescados, mariscos y langostas resulta la base de todo plato, acompañado especialmente con ñame, papas, maíz y ocumo chino. El “Arroz Aguao” también es una preparación típica que se realiza a base de un caldo de gallina y arroz, pero no es considerado ni una sopa, ni un plato seco.
Occidente y Zulia: Las carnes son el principal acompañante de la cocina occidental, siendo el “Chivo en Coco” el favorito de todos. Para recuperar energías, un “Cruzado” levanta los ánimos de todos los comensales, pues es un sancocho de cuatro caldos distintos donde la gallina y la carne de res son los protagonistas.
Centro: La influencia de las distintas costumbres del país hace de la cocina convierte a estos estados en un variado menú. Las carnes rojas, blancas y los pescados son la fuente de la dieta, siendo los asados parte importante de la tradición de esta región. La gastronomía autóctona también se hace presente con el particular Celse Coriano.
Llanos: La caza de animales lleva directo a la cocina lo necesario para degustar un sabroso plato típico. Venados, chigüires, lapas y morrocoyes son los más buscados para preparar la comida del día. La carne en vara y la parrilla no se pueden dejar a un lado en un espacio donde este ingrediente es lo más destacado de la cocina.
Andes: Tiene bastante influencia de los Andes Colombianos, por lo que el uso de papas, trigo y tubérculos es fundamental. El consumo de pescados es mínimo pues se privilegia más los platillos que contienen carne de res, oveja y pollo. El mojito trujillano que se prepara con verduras, huevo y leche no puede faltar en las mesas de varias familias de la región.
El Tekeñazo 